Ay príncipe si dejaras que tu caballo dejara de galopar, si dejaras que la rabia dejara de doblarte el alma.....
No puedo.....con su eterna voz entrecortada.
Pero puedes empezar a no culpar a los demás, por no desear que los demás arreglen tus cajones, lo que te duele sólo lo debes solucionar tú, nadie tiene una varita mágica para solucionar tu dolor, sólo tú puedes.
Ya........Pero que haré..
No lo sé, ya sigues solo, siento que no me hayas entendido, siento que no puedas encontrar la mejor parte de ti y ofrecérmela. Lo siento de verdad.
¿Te vas?.
Si.
Él la miró con sus eternos ojos tristes, desde su alma destruida.
Ella se marchaba como siempre, cantando y bailando, la magia la acompañaba.
Qué pena mamá....
No hija, estas cosas pasaban, en el mundo. Lo peor es que no te pasen, entonces es cuando la desidia te mata.....
¿Te mantuvo viva?.
Si me sacó del letargo...y continúe......pero me gustó.
Adiós príncipe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario