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viernes, 17 de septiembre de 2010

Audacia......

La necesidad de supervivencia, saca parte de nosotros que no conocemos, todos necesitamos ese proyecto que nos mantenga vivos, sea cual sea y le pongamos el nombre que le pongamos.
¿Sí mamá?.

Si hija, ya no cazan ni nosotras recolectamos. Yo hoy no pienso en qué comeré mañana, ni ningún hombre saldrá a cazar para mi prole, pero mañana, cuando me levante, yo y todos los que me rodean, necesitan un proyecto que los mantenga vivos, que les haga ilusión...para no morir viviendo.

Ya mamá, pero tú sabes, que al final se impone la monotonía...la....
Lo sé hija, lo se....verás te voy a contar una historia....

¡No me digas mamá....?
jajaja. Ambas rieron...


11 de mayo del 2001, reza en las fotos, el patio de mi casa estaba precioso, las Hortensias con las que mi abuela había protagonizado el Corpus Cristi en su esplendor, los geranios...las rosas, el patio tenía un encanto que mi lejanía no le otorga....

Qué bonito estaba todo mamá.

Si hija ¿te acuerdas?, ¡os acordáis?, era bello acudir al Edén de la Santa(Juanma te copio la frase), ella nos llenaba con sus historias, mi abuelo la observaba enamorado, la miraba como si quisiera atraparla para siempre, no cabía en él la posibilidad de que un día, algo, aunque fuera la muerte les separara....

Recuerdo ese día no por tener una memoria privilegiada, que la tengo, sino porque reza en la fotos, que entonces no eran digitales, eran las de siempre, las de papel, en las que mi abuela brilló junto a sus plantas, y mi abuelo la eternizó con su mirada. En aquel Edén en orden, que ni sus enfermedades impedía que funcionara, como funcionaba la casa.

¡Por qué recuerdas esa tarde mamá?...

Habían venido unas amigas a comer, mi abuela nos había hecho paella, estaba todo muy bien, yo me iba con ellas a enseñarles el río y la bodega, cuando llegaron unos hombres que querían hablar con mi abuela.

Lo recuerdo Esther, dijo la abuela desde ese lugar sin nombre, pero no entiendo ¡por que lo recuerdas tú?.

Tú cambiaste, de pronto te transformaste, Santa, recuerdo que te sentaste en la mesa, les miraste, y dejaste que hablaran, que te contaran su proyecto, sin que se te escapara nada, lo controlabas todo. Recuerdo que fue de las pocas veces que no me miraste, que hubo algo en tu vida más importante que tu pequeña Esther....Parloteabas...mientras yo me iba con mis amigas al río....Me volví desde la puerta, te observé con tu blusa verde, tu pelo perfecto, tus gafas...y la cara que aún reflejaba que habías sido la mujer más guapa del pueblo. Recuerdo que me volví, y eternicé la escena en mi pensamiento. YO QUIERO SER ELLA, me dije en mi interior, YO QUIERO SER ESA MUJER, yo quiero vivir ese momento. Tú eras la abuela perfecta que atendía la casa, a mis amigas, nos había hecho una riquísima paella, pero ante todo eras, la misma mujer que cerraba los negocios, que nadie, se atrevía a cuestionar, la bandera del pueblo como me dirían en su entierro, aquellos que dirigían el municipio, mi abuela al fin. Desee, ser Ella, la mujer que se abstraía, cuando se trataba de un proyecto, de lo que la mantuviera viva, de una decisión, aunque ya había superado los ochenta años. Deseé ser tú Santa....más que nada en el mundo, vivir ese momento y sentir lo que se siente cuando decides sobre tus proyectos....

La audacia de tu familia y la tuya me llevó a ver esa escena. Hoy mientras yo por fin la protagonizaba, yo
sola, decidiendo sola, deseando sola, pensaba, lo bien que nos sentimos cuando tenemos proyectos, cuando se nos ofrece la posibilidad de pensar y ver más allá de la realidad de nuestro día a día. Necesitamos proyectos, que aseguren nuestra supervivencia, pero sobre todo, proyectos, que saquen nuestra audacia de nuestro corazón, que rompan nuestro letargo...

Da igual cual sea el final de un proyecto, la línea de meta, mientras lo has elaborado, mientras lo has diseñado, ya lo has disfrutado. Yo hoy Santa, hoy he sido tú, eterna y segura.

Hasta mañana a todos.....

Mamá...

Dime hija....
Gana la supervivencia, y gana una nueva vida, pase lo que pase, sabes cual es la parte del peso que empieza a caer en la balanza. Ese ha de ser tu norte. El resto, sólo es eso, el resto.

jajajaj. Hasta mañana hija...


Hoy, por fin, sin plantas, sin el entorno mágico del Edén de mi Santa, hoy supe lo que se siente, cuando diseñas un proyecto, cuando miras los obstáculos y beneficios, y cuando de tu energía, depende su triunfo.

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