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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Aquella noche de Septiembre...cómo si de un retazo de Allende se tratara....

Aquella noche de Septiembre, de ese mes que tanto odiaban, ambos hermanos como si de un retazo de una novela de Allende se tratara, se contaron sus miserias y grandezas, se volvieron en confidentes, descubriendo qué sólo ellos mismos eran capaces de comprenderse, de entenderse sin juzgarse..

¿Es fuerte no mamá?, la nueva página es muy fuerte, por parte de ambos.
Si ambos entendieron, que sólo el amor que ambos sentían les llevaba a comprender las decisiones ajenas, tan disparadas e inverosímiles, uno de ellos retaba todas las leyes de la gravedad, era fuerte, capaz de recorrer el mundo por una idea, una sensación, un momento que le diera la inmunidad para morir en PAZ, para morir sin remordimientos, tal y como muriera su madre, hacía ya demasiados años. Era capaz de retar a todas las leyes físicas, con ser de vivir ese momento eterno que te declara inmune ante la muerte.

Ella en cambio, era genio y figura hasta la sepultura, conocía el final de los caminos que empiezan con retos, que empiezan desafiando los hechos, y no le apetecía librar batallas que sabía perdidas, porque no deseaba el trofeo, sabía que no había trofeo en el riesgo, era un riesgo innecesario, que al contrario que su hermano no quería vivir. Sabía que era una batalla perdida, no podía luchar contra su genética y menos contra la genética anquilosada en la Edad Media del trofeo.

Ambos sabían que no estaban enfadados, que aquellos que no les comprendían, eran esos puntos de partida en los que ellos encontraban hacía ya tanto tiempo. Ambos sabían entender los errores de aquellas personas que amaban desde el fondo de sus corazones tanto como detestaban. Pero el amor siempre vencía.

Ambos como en una novela de Allende aquella noche se contaron sus confidencias, y supieron que un día, alguien les dio ALAS, les autorizó a no ser cómo el mundo, a no formar esa familia que impidiera que él viajara y que ella escribiera sin fin, que fueran sólo ellos en su Universo. Ambos supieron como en una novela de Allende, que en otro Septiembre, ya lejano, tuvieron la inmunidad, para que jamás les atara nada que no fueran sus sueños. La inmunidad la dio una decisión, o un hecho que jamás deberían haber presenciado.

¿Qué fuerte mamá?.

Tú si que eres fuerte, tú si que eres fuerte HIJA MIA.


Hasta mañana.

Publicado por MARIA ESTHER TENZA PEREZ Septiembre 2010.

Después de cada Septiembre, nuestro mundo ya nunca es el mismo.

Hasta mañana.

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