Translate

viernes, 24 de septiembre de 2010

El árbol proverbial


No existiría un árbol proverbial si éste no tuviera quien le consultara, quien valorara su supuesta sabiduría, así es todo en la vida por extensión. Me imaginé el árbol sólo en el bosque pasando años y años, días y días, horas y horas, sin que nadie fuera a buscar un proverbio, sin que nadie fuera a mirarle. Así somos nosotros, necesitamos público para nuestros hechos, acciones, decisiones.
Así es nuestro juicio sobre los demás, sino existieran, no lo haríamos.

Supongo mamá...
Recuerdo un día, movida por el miedo al compromiso, traté muy mal a alguien, el árbol proverbial no quería tener público, quería crecer, ordenar su Universo, acabar su carrera, poner en orden el cajón desastre con el que comenzó su vida, hay vidas que comienzan y luego se complican, la mía fue complicada desde antes de mi nacimiento, y siempre me he movido tratando de ordenar, primero los pilares, luego los hechos...y luego que sé yo, encontrar las respuestas que me llevaran a salir del laberinto, pero claro igual como el árbol proverbial, nunca sabes cuándo alguien va a venir a consultarte. Me pasé y mucho, y en vez de de afrontarlo, quise que no hubiera pasado nada, que todo siguiera igual, y no entendía porque mi amigo poco a poco se diluyó en el tiempo, hasta ser un espejismo, un vago recuerdo, me abandonó y encima no le entendí, yo no era responsable de mis acciones, y eso era un problema. Después en mi interior hasta le echaba en cara que no se había quedado para esperar...pero esperar el qué?...Quien nace con una vida amueblada, no me puede entender.

¿Tú crees mamá?.

Sí, es distinto, tan distinto. A veces, no ordenamos esas partes de nuestra conciencia, de nuestros cajones mentales, los olvidamos. Estoy segura que traté con desden a más gente, pero ellas no me importaban, por lo tanto no me hizo daño a mí, mi propio desden o dolor, porque carajo la vida es así, no nos quedamos con toda la gente ni toda la gente queda prendada con nosotros. Pero cuando alguien te importa, cuando le haces daño, cuando pasan los años, te sigue doliendo, porque te importaba y porque te importa....Da igual que sean 10, el maldito teléfono te sigue doliendo en las manos. Porque volverías a coger ese maldito teléfono y harías las cosas de una manera distinta. Pero claro, no hay vuelta atrás, como decía mi madre, no podemos volver sobre nuestros pasos, sobre nuestros errores....Si pudiéramos la vida ya estaría sin necesidad de vivirla, y no lo está por eso, porque hay que experimentarla, usar los malos y buenos sentimientos que en nosotros habitan, es aleatorio, y se nos dispararan a su antojo

Yo no podía parar mi dolor.
Lo sé mamá, lo sé....

¿Pero cuando te lo hacen?...Sufres dos veces, una porque te lo están haciendo, otra porque lo hiciste, y otra por lo que va a sufrir la persona que te lo hace....

Qué lío estas formando esta noche, mamá, para no decir nada.

Hija, el proverbio es tan necesario como el engaño, la verdad como la mentira, el amor como el desamor, todo es necesario, para que no existan árboles solitarios en el bosque, para que no seamos el árbol estéril que no produce. Sólo si estuviéramos solos dejaríamos de sentir, porque seríamos como el árbol proverbial si quedara sólo...sin que nadie le preguntara, sin que nadie tuviera esperanza con él, sin que nadie se enfadara con él, sin que nadie le mintiera.

¿Ha sido dura la semana eh mamá?.

Si, por una parte, me han roto el alma, han hecho daño a alguien que quiero tanto, tanto que hubiera preferido no estar en la tierra para saberlo. Y por otra, alguien a quien quiero mucho, veo como hace daño sin entender, que su caballo, como el mío sólo parará en su propia puerta, que al final los sentimientos y acciones que tenemos hacia los demás son las que tenemos de nosotros mismos. Las dos personas que más me importan se equivocan con su actitud, una por bondad y la otra por egoísmo. Y yo observo como el árbol proverbial, sabiendo que ambos casos me rompen el corazón, pero sabes ¿por qué hija mía?.

¿Por qué mamá?.

Por que al igual que el árbol proverbial es consultado porque existe, a mi me duele el corazón, porque lo tengo, y me gusta como es, no como fue, no cómo caminó perdido. SINO COMO ES brillando y orgulloso de existir.

Hasta mañana mamá..

Hasta mañana hija.....

Una cosa mamá...

MIRALE CON LOS OJOS CON LOS QUE TE MIRARÍAS A TÍ, SI FUERAS TÚ QUIEN NUEVAMENTE COLGARÁ AQUEL MALDITO TELÉFONO....

No hay comentarios:

Publicar un comentario