ESTHER TODO SE RESUME EN UNA CONCIENCIA CON CAPACIDAD DE MIRAR Y SENTIR ESPERANZA.

El otro día estuve hablando con un primo, su madre y mi abuela eran primas hermanas, por lo que compartimos carga genética lo que conlleva intrínseco, la forma de ver la vida.

Me dijo dos cosas que me han hecho pensar durante toda la semana, resaltó la capacidad que tenemos para alegrarnos de todo, lo que a nosotros nos sucede bueno y lo que le sucede bueno a los demás....ese es el truco de la felicidad, Esther, me decía.

Tal vez, es cierto, cuando entiendes, cuando te alegras, pasas a ser distinto, es cierto. La capacidad de alegrarte de todo, de dejar de ver siempre tu interior y mirar con alegría el del mundo que te rodea.

Y resaltamos nuestra capacidad de llevarnos bien con todo el mundo, nuestra necesidad de no tener conflictos. Me dijo; pero para ello ni siquiera te esfuerzas, te sale sin más....Y es cierto....

Entonces me puse a pensar, si el mundo fuera tan fácil como ambos lo diseñamos, porque a veces me siento tan mal, por qué a veces sentimos que somos los únicos en el Universo, y que éste se nos cae encima...y otras somos dioses.

Tal vez, porque bajamos el sistema de alerta, me explico, yo parto de que todos los que me rodean se alegran de lo que me sucede, de que nadie al hablar conmigo descarga energía negativa, de que nadie me manipulada-No.......no soy cándida ni inocente, los que me conocéis lo sabéis-, pero partes de esas premisas para relacionarte, para comunicarte, entonces te cae el jarrón de agua fría...y claro te moja porque siempre te pillan sin paraguas. Cuando hago daño a alguien, cuando mi boca o gestos atraviesan el umbral de dañar, y estoy al tanto de mis capacidades, me siento fatal, soy consciente de que ese daño era innecesario.

Entonces, somos lo que vemos, lo que percibimos...lo que creamos...lo que sentimos. ¿Qué somos?...No lo sé. Yo soy feliz casi siempre, he tenido momentos de felicidad colosales, y de tristeza extrema por los que no podría volver a pasar. He surcado los mares de la felicidad y de la tristeza, siempre me alegro de un motivo para la esperanza en la vida de los que me rodean y he decidido tras esta semana que junto con alegrarnos de lo bueno que suceda a los demás, los que nos rodean deben de aportarnos la satisfacción de alegrarse por nuestras vidas, y alegrarse por cada momento de esperanza....Como decía un buen amigo mío y del mundo; QUIEN TENGA OÍDOS PARA OÍR QUE OIGA. YO añadiría, y QUIEN TENGA CAPACIDAD DE MIRAR AL MUNDO QUE MIRE.

Tal vez mi primo tenga razón: ESTHER TODO SE RESUME EN UNA CONCIENCIA CON CAPACIDAD DE MIRAR Y SENTIR ESPERANZA.