Hoy estoy en Macis, mi paraíso terrenal, que me vino por línea familiar y por méritos propios, porque lo amé sin medida...Podé las Hortensias de mi Santa...
- Tuyas, irrumpió la abuela desde ese lugar sin nombre.
- Pero fueron tuyas, tú me las diste cuando te marchaste a ese lugar sin nombre, como todo lo que poseo; mi forma de ser, de mirar la vida, de esperar de la vida, mis deseos y mis acciones, mi forma de ser y de sentir. Conseguiste que soñara con un mundo mejor, hasta que lo hice posible, me diste tu eterna "herencia", ese saber estar, de saber ser, en cualquier circunstancia, heredé la sensatez que te acompañó en tu paso por la tierra, y que mi madre heredó. Y además de todo eso, tu CASA, tus PLANTAS, Tu espacio, y tu TRASERO, aún recuerdo cuando te decía....tengo tu trasero y el de tu madre...y tú ofendida me contestabas....
- Existe....remarcando cada palabra, algo de mi herencia que no desees.....
Yo, reía te besaba y te decía, no REINA MÍA, amo hasta lo más recónditos de tus pensamientos, hasta la última planta y el la última piedra que tus antepasados trabajaron, te quería entera Santa, te admiraba tanto como te quería.
- Has podado las Hortensias?.
Si Santa.
- ¿El patio está bonito?.
Si Santa, cómo si nunca te hubieras ido, como si siguieras llenándolo con tu magia.
- Me alegro, sabía que lo harías....
Y es cierto, muchas veces los demás saben lo que vamos a hacer porque saben que nos hará feliz. El patio está precioso, lo volvimos a pintar, cuido cada planta sintiéndome feliz, se que dependen de mí, que sin mí morirían, y me devuelven mi entrega poniéndose bellas...para... alegrarme, a veces, los demás saben lo que nos hace feliz, y nosotros ni lo sabemos ni lo entendemos, ni pensamos si lo queremos....entonces, ¿dónde radica la realidad que creamos?, ¿partiendo de qué parámetros?...No tengo respuestas, como no tengo respuestas para nada, sólo que mis hortensias están podadas, mis geranios preciosos, el pino ha crecido, el jazminero está tan bello a sus treinta y siete años como yo, y yo soy feliz en "MI MUNDO", sin saberlo mientras lo construía, pero no tengo respuestas para nada, sólo que continuamos, que seguimos, que encontramos esos momentos que nos hacen continuar sonriendo.....
Y en este pequeño pueblo, de gente entrañable, donde tengo un pequeño paraíso, hoy cuando vine a comer con mis amigas, su abuelo Teodoro, mientra le subí la comida, me trasladó una perla, una enseñanza que quiero transmitir, igual como ésta gran familia me transmite su amor de forma desinteresada cada día, y que aunque lo saben, quiero darles las gracias una vez mas...pues bien, me dijo, tras comprobar que está mucho mejor
- A veces, me aburro, pero entonces me voy al CAJÓN DE LOS RECUERDOS, me miró, mis ojos se habían humedecido, y mi expectación era total, se señaló la cabeza, y añadió, son mis recuerdos, ¿sabes?, señalándose la cabeza con la mano que ha soltado del andador, me voy a mis recuerdos, a mis canciones y así paso los días...
Le miré desde lo más profundo, agradeciéndole que compartiera conmigo ese momento de gloria, que solo se tiene cuando los años te empiezan a ganar la partida....
- Bajé las escaleras, pensativa...¿Y cómo carajo estoy llenando yo MI CAJÓN DE LOS RECUERDOS?, de los que necesitaré tirar en un momento dado, y del que necesito tirar en cada momento de mi vida...
¿Y vosotros, los que habéis perdido el tiempo recorriendo éstas letras, que sólo brotan de mi corazón, y vosotros, cómo llenáis el CAJÓN DE LOS RECUERDOS?....
Mamá, tu lo llenaste desde el día de tu nacimiento...
Cómo todo el mundo hija mía, ¿pero como separar, cómo llenarlo sólo con acciones de bondad?, ¿cómo conseguir tomar las decisiones adecuadas, y que sólo recordemos con ochenta años, las CANCIONES BELLAS...?.
- No lo sé mamá, ni tú tampoco. Supongo que cómo te diría, tu Santa, viviendo Esther, viviendo, no haciendo daño jamás, y no dando importancia, estando por encima del daño o la incomprensión que te hagan los necios...
- Pero yo también soy necia, hija mía, la sabiduría pertenece sólo a los perfectos, a los que abandonan la vida, y yo resido en ella.....
Ambas rieron, cómplices...
El sonico de una carcajada fusionado con el color de los petalos y furor de la savia que se regenera cada año.
ResponderEliminarLo echo de menos.
Besos
Pd: Un día de éstos me pasaré con unos mantecaos y una botella de ron, tú pones los troncos...esos que son testigos mudos.
Y callan para siempre.....
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