Sonreír, a veces, cuesta tanto como llorar,
A veces, duele tanto como mentir.
Pero me aterra saber,
Conocer a aquellos, que no sonríen, ni lloran.
Abandonaré el mundo sin zapatos (espero),
Pero con mi capacidad de sonreír en la plenitud de su entereza.
¿Y aquellos que nunca amaron mamá?. Ellos sólo morirán...........
Tú siempre tienes una sonrisa maravillosa.
ResponderEliminarBesines.
Dani
Gracias, es fácil si los interlocutores son como tú.....que saben sacar lo "mejor"....Un besico.
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