La vida es como una leyenda: No importa que sea larga, sino que esté bien narrada..........
- Buena frase, sin duda.
- Lo sé abuelita.Dijo la nieta risueña.Recuerdas cuando hacía mis deberes y me ayudabas, me enseñabas...qué bonitos días....
-Claro hija.Continúo sin dar importancia a todo lo que había hecho por la niña.
-Tú me enseñaste a narrarme, a valorarme a quererme, cada segundo que me amabas me imponía que yo me amara.
-Hija, te queda tanto que aprender.
-Lo sé abuelita.Fué bonito, aprender al lado de la mejor, de una persona que conocía al mundo y lo amaba...
-Te echo de menos sabes?. La vida me aburre desde que desapareciste........
-Lo sé...pero no olvides que no importa que la vida sea corta o larga, sólo la capacidad de narrarla, y para narrarla has de amarla, desear. y sobre todo, vivirla.
-Nunca me fui, habito en tus sonrisas, en tu alegría, en tus deseos más íntimos.
-Es duro decidir yo, es duro Santa...no se vivir sin tí, no se..Pero te tuve, fui tan afortunada.......
Y la música volvía a sonar, y la vida continuaba, eran días de tránsito, la nieta lo sabía, eran días de tránsito.
-¿Qué vas ha hacer?.
-¿Qué harías tu Santa?.Adelantó la niña la pregunta.
-Yo no soy tú.
-Lista como siempre.
Las dos reían, no había pasado ni presente, no existía el futuro, sólo ellas en el Universo, sólo ellas deseando estar juntas, sólo ellas cómplices, no había nada, pero estaban ellas, siempre, por siempre....
Si volvieras cinco minutos?.
Nunca me fuí........
- Buena frase, sin duda.
- Lo sé abuelita.Dijo la nieta risueña.Recuerdas cuando hacía mis deberes y me ayudabas, me enseñabas...qué bonitos días....
-Claro hija.Continúo sin dar importancia a todo lo que había hecho por la niña.
-Tú me enseñaste a narrarme, a valorarme a quererme, cada segundo que me amabas me imponía que yo me amara.
-Hija, te queda tanto que aprender.
-Lo sé abuelita.Fué bonito, aprender al lado de la mejor, de una persona que conocía al mundo y lo amaba...
-Te echo de menos sabes?. La vida me aburre desde que desapareciste........
-Lo sé...pero no olvides que no importa que la vida sea corta o larga, sólo la capacidad de narrarla, y para narrarla has de amarla, desear. y sobre todo, vivirla.
-Ya.vuelve........Dijo la niña en un suspiro, mientras las lágrimas atravesaban su cara, vuelve, en aquel lugar no puedes estar mejor de lo que estás conmigo, vuelve...
-Nunca me fui, habito en tus sonrisas, en tu alegría, en tus deseos más íntimos.
-Es duro decidir yo, es duro Santa...no se vivir sin tí, no se..Pero te tuve, fui tan afortunada.......
Y la música volvía a sonar, y la vida continuaba, eran días de tránsito, la nieta lo sabía, eran días de tránsito.
-¿Qué vas ha hacer?.
-¿Qué harías tu Santa?.Adelantó la niña la pregunta.
-Yo no soy tú.
-Lista como siempre.
-La decisión es tuya, y todo estará bien.Todo lo afrontarás, lo que todavía no has entendido Esther, es que siempre fuiste tú, la que miraste el lecho fortalecida, la que viste lo que los demás no atisbabamos, la única que luchó, la única que lo intentó..siempre fuíste tú, yo sólo miraba tu capacidad, y ahora será igual, tu decidirás, tú haras bien las cosas, y yo sólo te miraré desde mi ventana del cielo, que no es otra que la que otorga el amor...
Las dos reían, no había pasado ni presente, no existía el futuro, sólo ellas en el Universo, sólo ellas deseando estar juntas, sólo ellas cómplices, no había nada, pero estaban ellas, siempre, por siempre....
Si volvieras cinco minutos?.
Nunca me fuí........
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