¿Qué tal Alicia?. Bien, no me puedo quejar, ha sido un día bonito, pero no le entiendo?, pero ya no me enfada, me da pena. Mucha pena. Son decisiones que no puedo entender. En el fondo le envidio, me gustaría pedirle a la vida las cartas que él le pide, son demasiado sencillas, su vida es como jugar al póker, ganando con lo mínimo. Subsistir y punto, sin magia, sin amor, sin abismo y sin nubes....Me da tanta pena.....
Si, así era, a ella le daba pena, él seguía enfadado con la vida, y con Alicia, deseaba que ella fuera real, que fuera un personaje de antaño, sin entender que entonces moriría, que entonces dejaría de existir. No entendía que la vinculación emocional es mucho más importante, una caricia es muy importante.
¿Y qué hiciste mamá?.
Traté de que no mataran a mi Alicia, cada ser humano debe luchar por su Alicia, que nadie, ni siquiera los que le quieren pueden arrebatártela. Yo un día traté de matar a la Alicia que habitaba en un amigo mío, traté de obviarla, lo hice mal, muy mal, y con el paso de los años, cuando mi Alicia brillaba y me la trataban de Matar, entendí un poco más el mundo que cada día construimos.
¿Y qué hiciste mamá?.
No dejé que jugaran con Alicia, no dejé que la magia muriera.
¿Y él?.
Él siguió jugando al póker de los perdedores, con cartas bajas, las fáciles, pero esa era otra historia, lo importante hija, lo realmente importante, es que Alicia siga viva, siga soñando y siga siendo feliz..........Y él, un día, cuando de nuevo le maten la magia me entenderá, sólo entonces.
Un beso para todos y hasta mañana.
Febrero 2010. Maria Esther Tenza Pérez.
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