Hablando con mi hermano Antonio el otro día, una más de nuestras trascendentales conversaciones, que acaban donde empezamos, argumentándole lo importante que es “encontrarnos a nosotros mismos”, la necesidad de conocernos para continuar, y saber a dónde queremos llegar….
Recordando que hace dos años me fui a la Rivera, a un hotel, sin teléfono, sin nada, más que yo, el bikini y meterme hacia adentro en mi mente, emulando el Don del Mar, libro que leí a los 19 años, y que pensaba que reflejaba un viaje que todos debemos realizar. Allí, cuando estás a solas con el mar, con el agua, portadora de tantos mensajes, con la arena, donde dejas las huellas que desaparecen, por profundas que sean, al igual que ocurrirá con nuestro paso por la tierra, allí cuando miras al sol, y le dejas que te ame…allí todo adquiere otro color, porque no tienes problemas materiales, ni lo que otros te cuenten, ni siquiera cogía el teléfono, sólo mi hermano sabía mi paradero…por si me necesitaba. Allí en aquella tranquilidad, en las caras que me rodeaban pero no me conocían, no conocían mi historia, sólo veía a una mujer sola, pensando, leyendo y sonriendo, aunque acabé haciendo amigos, y conociendo la historia de la conserje del hotel, su hija y su nieta (recipiente de historias como siempre).
Y mi hermano me preguntó…¿Y quien eres?, ¿qué te gritó tu interior?, ¿qué te dijo el mar?. Hay que ser muy fuerte, para quedarte a solas contigo, para buscarte. Hay que ser muy fuerte para minimizar, pero es necesario para continuar, es VITAL. Le contesté…pufff Antonio eso es complicado…
Recuerdo que llegué, me bajé a la playa, eran interminables las horas, de día, y de noche, la luna y las estrellas, los rostros y el silencio…Y al final de tanto mirarme, buscarme, recordar los episodios tan duros que hubo en mi vida, los episodios tan bonitos, decidí que he sido la persona más feliz que jamás he conocido, porque me lo he currado, luché como dice Duró, un gran consultor, porque se de qué va esto, y conocí la felicidad y la miré a la cara. ¿Pero quien eres, y qué quieres?. De todas mi cualidades, allí el mar me gritó que SOY ALEGRE. No seré recordada por nada más, que por mi ALEGRÍA. QUIERO SER ALEGRE, por que es lo que soy.
Entonces comenzaba la segunda parte; las heridas. Ellas llegan cuando no lo consigues, ser alegre mientras el MAR TE DA SU DON, es fácil. La arena te deja esa sensación de paz, el agua en los tobillos, te recuerda que se lo lleva todo hacia adentro, todo el dolor, el sol cubre tu rostro, tu cuerpo….pero luego, cuando regresas llena de vida y te encuentras con tu mundo, vuelves a chocar cuando no PUEDES SER ALEGRE….
El año pasado regresé…y el mar me siguió chillando cosas bellas, este tal vez iré, o no, ahora se que se suficiente…que da igual que regrese, el viaje ya fue realizado.
¿Qué estas queriendo decir mamá?.
Cuando sabes qué quieres, tienes que proyectarlo, y a veces será muy duro, sobre todo tienes que cerrar toda grieta, que exista en tu alma, y continuar. La alegría, o la bondad, o la disciplina…lo que más te guste de ti ha de crecer, porque es TU DESEO…y crecer…cuando estés con tus amigos, con tu familia, en tu trabajo, en TUS PENSAMIENTOS.
Pero los demás no se suelen enterar,y entonces, cuando sus pensamientos son negativos, cuando te llenan de perjuicios, de odios, de avaricias, cuando sólo te trasladan problemas y tristezas, cuando se saca todo de contexto, empiezan los cuchillos…, y te ahogas, ¿ y sabes por qué?, porque nadie nos enseñó a pensar, a amar, a ser nosotros mismos, lo mejor de nosotros mismos…no se porqué pisamos la tierra, pero si que se que es tan bello pisándola sonriendo, buscando gente que sonría, viéndolo todo bonito, con el estado del Bienestar debe llegar la alegría. No concibo que hayamos venido a experimentar nada que no sea la Alegría.
¿Quién hay en esta casa?, gritaba cuando llegaba cada viernes a Macis, y mi abuela se iba a la eternidad y me llevaba con ella…YO HIJA…y mi abuelo gritaba… Y YO….Era la alegría….la que llevo en mi alma…
Y tú hermano mío, tú has de cerrar las heridas, la que te mató, de niño. Eres bondad y alegría, a tu lado todo el mundo sonríe, eres tan especialllll….que es una lástima que tú, como tanta gente, cada mañana se golpeen con puertas invisibles, por no conocerse y no encontrar el picaporte que abra las puertas de su propia vida…
Y entonces, cuando sepas quien eres, viaja o párate, vuela o camina…pero sólo cuando sepas que es lo que quieres, lo que quieres y qué quieres hacer…
¿Esto va para tu hermano mamá?.
No hija, mi hermano es una de las personas mas felices y fuertes que conozco. El solo necesita decirse lo que sabe. Esto va para todas las personas negativas que apagan mi alegría, para las personas que cuando le digo que estoy bien, o que mi hermano está bien, me miran diciendo QUE ES IMPOSIBLE. Y yo me pregunto; ¿qué habrá en esas cabezas, en esos pensamientos…para no entender QUE LA FELICIDAD EXISTE?.
Evádete de sus pensamientos, aléjate, cuando te miren buscando y creándote la tragedia, que es cierto que un día te acompañó, pero que cada noche invitabáis a salir por la puerta, y se iba…vamos si se iba la Santa de ello se encargaba, y ahora te toca a ti…decir ADIÓS PARA SIEMPRE A LA TRAGEDIA.
12 años en 1985, el 29 de Septiembre, al día siguiente haría el primer año que mi madre había muerto…pero el 29 de Septiembre, ese día fue fiesta, porque mi nieta decía mi abuela cumple años, y mañana, mañana será otro día…y mi madrina…gritaba, mañana es mañana, hoy mi sobrina celebra y es feliz…así crecí, me minimizaron las tragedias, y ahora tengo que entender que es mi labor QUE MI VIDA CONTINÚE IGUAL…
Y si, mi hermano está bien, la bondad y la sonrisa siguen acompañándole, sigue tomando decisiones precipitadas, pero eso lo hará siempre, y aquí estará su hermana para frenarle…pero sólo será la vida. Pero él se mira al espejo y sonríe, yo me miró al espejo y sonrio me gusto y me llevo bien conmigo misma, me miro a los ojos…¿Y quien cuestiona…lo hace?.
Estás aguda mamá…
Estoy artita hija, y mis hermanos son intocables…
Alegria, hermano alegria…esa soy yo como cantaba tu madre, y tu hermano tú, descubrirás que eres Bondad y en ella duermes…
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