Yo tendría unos 20 años, teníamos que salir adelante, y por supuesto, me puse a trabajar, cuidaba a una encantadora niña...pactamos de 5 a nueve, que se convirtió a 12...de la noche...sin variar el precio....llegó el verano los padres se fueron de viaje y yo quedé al cuidado de la niña, un fin de semana. Tenía un examen, y ello motivó que faltara dos tardes, por lo que directamente me las compensaron con el fin de semana de viernes a domingo, sin pagarme más, y sin tener en cuenta las horas que yo regalaba cada día.....
Calle Sagasta, cabina...camino confundida, intuía que una enorme bronca me iba a caer de mi abuela....cogí el teléfono, dime Santa...hola......la voz de mi abuela, suena brusca, de una brusquedad a la que no me tenía acostumbrada, pero que yo aquella noche intuía....recuerdo mi corazón lleno de lucha por salir adelante, recuerdo la voz de mi abuela....
- Si, Santa balbuceé....
-¿Cuánto....?.
- Lo se siempre...verás...es que el fin de semana por los días que perdí, tú Santa entiende....
- Lo comprendo hija. Prosiguió la voz atemporal de mi abuela....Te deseo que te vaya bien en la vida...
- ¿Cómo Santa?.le dije, confundida a la vez que intuía las acciones que mi abuela había meditado y ejecutaría.
- Sí, que a partir de hoy, tu abuela ya no te pasa un duro, ya que tú regalas tu tiempo, ya que tú no te haces respetar, no soy yo la que te lo va a financiar, tú trabajas gratis, pues ya exigirás, porque con eso te tienes que mantener....
Aluciné al otro lado del hilo telefónico, sabía que si a alguien no podía retar en este mundo, ese alguien era FUENSANTA ROCAMORA, ella era capaz....
Caminé perdida, mi alma salía de mi cuerpo, estaba profundamente enfadada con mi abuela, necesitábamos ese dinero para algo tan simple como comer, y ella cargaba contra mí en vez de compadecerme, yo también quería estar tardes enteras estudiando y no aguantando a una niña malcriada, yo también quería salir con mis amigas o pasar tardes enteras delante de la tele, pero tenía que ayudar en casa, y mi abuela en vez de agradecérmelo, cargaba contra mí de la peor manera posible, poniéndome contras las cuerdas, claro que yo no podía vivir con ese sueldo, irrisorio para el tiempo que empleaba, y que cambiaba por las lecturas de la carrera, por preparar los exámenes, pero mi abuela necesitaba mi ayuda económica, y en vez de agradecérmelo, me ponía contras las cuerdas….. al siguiente día me despedí de mi trabajo. MI abuela aquel viernes cómo todos, me abrazó y arropó cuando llegué a su casa, me dijo lo mucho que me quería, y que yo era el ser más importante de mi propia vida, y de la suya.....me quiso sin más, cómo hace cualquier madre, sin reproches, pero con energía....
Ella quiso que mis sueños se cumplieran, y mis sueños no eran dejarme avasallar por nadie. Mi digamos empleadora, tenía el sueño de que cuidaran bien a su hija, por cuatro duros, mi abuela tenía el sueño de que su nieta estudiara, aprendiera y tuviera un trabajo que la emocionara y reconfortara, a la vez que le diera de comer, vestir....el resto de su vida.
Y yo deseaba estudiar sobre todas las cosas, por ello ya había luchado una vez en mi vida. El trabajo que dejé, sólo me privó de ropa, salidas, e hizo que mi abuela se reventara la cabeza para sacarme adelante. Pero no lo necesité. Pero en aquel momento yo no lo sabía, pero sí mi abuela, yo desconocía mis deseos, desconocía mis sueños....No los recordaba, porque no era capaz de pensar....
No va a ser fácil Esther.....dijo la abuela desde ese lugar sin nombre....
Lo sé Santa, y ahora no te tengo para recordármelos. No es fácil saber cual es mi sueño, no lo recuerdo, porque no lo conozco....pero sé que es RESPETARME A MÍ MISMA, y RESPETAR A LOS DEMÁS. Hacer lo que me haga feliz sin molestar a nadie. Y sobre todo, NO PERMITIR QUE LOS SUEÑOS DE LOS DEMÁS TERMINEN SIENDO LOS MIOS.....o que las carencias de los demás se conviertan en mías..
Mi Santa, me enseñó que no importaba lo que esa señora deseara o necesitara de mí, lo importante era lo que yo deseara o necesitara de mí misma.....Que buscara mi sueño.
Qué bonito mamá....
Lo sé hija, lo sé. Esa noche mi abuela cambió mi vida, la transformó, sabiendo perfectamente al camino que me empujaba. Ella creía en mí, ella sabía que un día escribiría mis pensamientos. Ella sabía tanto de mí…porque yo era ella.
Busca tu sueño mamá, sea cual sea, sólo será tuyo. Y los lastres, lastres son, y ahí quedaran, a veces, esos lastres son un pasado que te traían un mensaje, pero tras recibirlo debe quedar atrás. . Y los sueños de los demás, de los demás son, y en ellos quedarán. Si son compartidos, precioso. Pero sino, sólo el tuyo prevalecerá. Porqué sino morirás de tristeza, y la tristeza es una falta de respeto.
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