Siempre pensé que conseguiría mantener oculto el enigma, es como leer los tebeos de ESTHER, o ver CASABLANCA, pienso que todo el mundo lo ha hecho y conoce los diálogos, yo siempre he tenido un enigma, como todo el mundo, algo que llevamos en nuestro interior, a veces nos abrasa y otras nos ayuda a seguir. Yo decidí en mi interior hace mucho, muchísimo...
Pensé que unir las piezas de tu puzzle sería fácil, las uní, lo compuse y obtuve algo, bonito y etéreo, Tu parte íntima, tu anhelo, pero jamás creí que el enigma fuera resuelto, jamás pensé que me haría vulnerable, jamás. Sabes Puzzle, siento que abro la boca y dejo de ser yo, no se como consigues que mis palabras se desprendan, tú eras más sencillo, nadie te entendía, yo si, siempre, desde que te reconocí, desde que supe quien eras. Pero mi miedo es que al igual como yo supe lo que había debajo de tu fachada, tu descubras la mía. Ese no era el Plan, esas no eran las cartas, no valía desarmarme. No tocaba, porque sin el armazón, sin el enigma, mi querido Puzzle, seré vulnerable, No tocaba.
Mamá, recuerdas el libro que leíste, estas vacaciones?.
Si, hija. La tregua, de Benedetti.
A veces el riesgo deja de existir, la preocupación creada deja de existir, no tenía fundamento, y en ese momento te queda el sabor agridulce de la preocupación sin motivo que tuviste.
Ya, pero no tocaba puzzle. Verás al final el enigma es lo mismo que recomponer el puzzle, pero desde otro ángulo, desde otra perspectiva...
Si, ambos andas perdidos, buscando lo mismo, y por eso se han encontrado en el camino. Ambos buscan lo mismo, QUE LA TIERRA YA NO SE ABRA BAJO SUS PIES, él, que alguien le de seguridad, ella sólo cree en la seguridad que le proporcionaría ella misma. Pero ambos buscan EL FIN DEL TERREMOTO. Ninguno lo contó, ni lo contará jamás, pero ambos, callados, cuando se miran a los ojos, lo saben, lo comprenden, Y DESEAN QUE EL MALDITO TERREMOTO ACABE....
Mamá, ¿ha descifrado el enigma?.
Casi, le ha faltando entender que no es por orgullo, es por supervivencia, ella sólo se fiará de sí misma en el devenir de sus días, ese era el enigma, no el orgullo. Él sólo se fiará de ella, o de alguien con su carácter en el devenir de sus días, esas eran las piezas que unían el puzzle....
Y mis padres se miraban...
Y tus padres, por fin, reían hija mía.
¿Eran mis padres?.
Eso, como en la Tregua...es lo menos importante-
Olvidas algo mamá.
¿Qué hija?.
Por primera vez al igual que tú, ha deseado que todo fuera distinto. Esa es la grandeza del momento etéreo.
Hasta mañana mamá....
Hasta mañana hija...
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