Desde aquel visillo, que cual piel le servía de refugio, temiendo ser
vista, pero aprovechando el escenario fabricado con tanta sencillez,
miraba una vez más la inseguridad ajena, la inseguridad del muchacho.
Una mezcla de rabia y dolor la sacudían, a la vez que continuaba sintiendo el peor de los sentimientos; La compasión.
Una mezcla de rabia y dolor la sacudían, a la vez que continuaba sintiendo el peor de los sentimientos; La compasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario