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jueves, 6 de septiembre de 2012

Primero la iglesia.

El otro día me contaba una amiga, de esas amigas que lo cuentan todo, que una noche tras volver de cenar en los huertos del malecón, le sucedió el famoso Mejor imposible, la anécdota que todos deseamos en nuestro paso por la tierra.

      Paso a relataros, porque yo todavía estoy riendo. 

Cruzaba hacia la glorieta de España, cuando un señor bien vestido, mayor, unos 60 años, con sus gafitas y aspecto entrañable se pone a hablar con ella, mi amiga en principio pensó que era Ignacio, un conocido pero tras observar que no le conocía decidió escuchar sin más cómo trababan de abordarla, expectante..

     
Tras explicarle, que las mujeres no deben volver sólitas a casa, así como si necesitaran pies que caminen por ellas...pero en fin, mi amiga ya está acostumbrada a las galantería pacotilleras,  a que le agasajen los oídos; con su elegancia, que parecía alemana...ahí es donde a mi amiga comenzó a caerle bien el tipejo...

-Cualquiera es alemana con el bote adecuado, contestó- mientras sonreía y comprobaba que el extraño hombrecito la acompañaba ya como si juntos hubieran salido de sus respectivas casas...

   Preocupada, sabedora del lío en el que se metía, ya que un hombre sólo te acompaña esperando un premio, comenzó a poner tiempos en el paseo, a lo que él hábil comenzó a rebuscar en su mente la manera de mantenerla a su lado, al llegar a la Plaza del Cardenal Belluga, le dijo;
 


   - ¿Sabes que hay una iglesia abierta 24 horas?....

   Mi amiga intrigada, cedió nuevamente a su compañía... -¿No....?-, dijo revistiéndose de fingida inocencia... y sin más el hombrecito,  la invitó a entrar, ella se resistía, pero a la vez la podía la curiosidad, eran las doce y veinte de la noche, y no esperaba acabar en una iglesia con un desconocido, sólo deseaba llegar a su casa...

    Elegante y caballero le cedió el paso, le abrió la puerta, y ahí estaba, una iglesia 24 horas con gente rezando....¡¡¡¡En todos los años!!!!, que vive en Murcia, lo había siquiera intuido, y eso que la Catedral es paso obligatoria para una Murciana.
   Primero pensó, ¿cuántas  cosas le quedan todavía por aprender?, ¿cuántas no aprenderá antes de morir?....



  
Mientras observaba a la gente de la iglesia, a su extraño acompañante y a ella misma, pensó....que el cuento estaba cambiando o su deseos empezaban a cumplirse de una manera que la preocupaba, ella que roza los 40 se queja de que no encuentra caballeros, que el arte de llevarte a la cama con una sonrisa, tras un buen rato de conversación se ha perdido, últimamente la morralla que encuentra, piensa que las mujeres nacieron deseando abrir las piernas, y han olvidado que la llave sólo abre cuando las mujeres se sienten cómodas, lo demás es desesperación. 

       Supongo que mi amiga, deseaba un caballero, de esos que primero se comprometía en la iglesia, como lugar para dar la eternidad a la palabra, al amor, hacer intenso tu promesa íntima....pero de ahí a que el cuento haya cambiado tanto...para que  te metan de verdad a una iglesia..

   
..

        Salieron, animadamente recorrieron la Plaza de la Catedral, risueños y con una conversación amable, llegaron al comienzo de Trapería...y ella hábil le enfatizó que ya continuaba sólo, él la acarició con un deseo nada disimulado, resaltó la suavidad, que posee toda mujeres a los 40, mientras recorría sin pudor su brazo, llegó  al terciopelo en la piel, le matizó tu deseo de volver a verla, mientras ella ponía esa situación hábilmente en manos del destino, ¡¡¡¡que tanto sabe!!!....y se marchó sonriendo e incrédula, nadie la iba a creer...POR FIN LA HABÍAN LLEVADO A LA IGLESIA ANTES QUE A LA CAMA.
..

Hasta pronto amigos............

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